Si eres productor musical lo más probable es que en el algún momento te hayas preguntado a qué volumen deberías masterizar tu música para obtener los mejores resultados. Con tantas plataformas de streaming y formatos esto puede resultar confuso ya que las especificaciones suelen ser diferentes dependiendo del medio de publicación.
Si bien el impacto de una producción musical no recae completamente en la masterización, sí es una fase importante, y encontrar el equilibrio adecuado para los diferentes formatos y plataformas puede marcar la diferencia entre una pista que destaque y una que pase desapercibida. En este artículo, voy a explorar algunas preguntas frecuentes como ¿a qué volumen masterizar tu música? ¿Masterizar a mayor volumen siempre es mejor? O ¿en qué se diferencia la masterización para plataformas de streaming de los métodos físicos tradicionales?. Igualmente voy a darte consejos prácticos que te ayudarán a tener claridad sobre el proceso de Mastering. Vamos a ello.
Comencemos definiendo qué es la masterización y para qué sirve.
¿Qué es la masterización y para qué sirve?
Definida de forma general, la masterización es el proceso final de la producción musical en el que se ajusta el sonido de la mezcla para que sea compartida con el mundo. Esto va más allá de simplemente ajustar el volumen; la masterización se centra en perfeccionar el sonido de uno o varios tracks, para garantizar una experiencia auditiva óptima y homogénea en diferentes dispositivos y medios de reproducción. La masterización es el toque final que ayuda a dar cohesión, claridad y equilibrio tonal a una producción musical.
Para lograr esto, es necesario tener en cuenta las especificaciones del medio en el que se publicará la música. Las plataformas de streaming, como Spotify o Apple Music, tienen requisitos específicos de niveles de volumen, al igual que los diferentes formatos físicos como el CD y el Vinyl.
Un trabajo de mastering, hecho de manera apropiada, ayuda a evitar problemas como la distorsión o la pérdida de detalles cuando la música se reproduce en diferentes dispositivos y potencia la experiencia sonora de la producción.
- Mejora la claridad y la definición: Puede ayudar a revelar detalles sutiles en la música y potenciar los detalles de la mezcla.
- Aumenta la percepción de volumen: Puede hacer que tu música suene más fuerte y más competitiva sin sacrificar (aparentemente…) el rango dinámico o la claridad.
- Proporciona un sonido uniforme en todas las plataformas: Garantiza que tu música se traduzca bien en diferentes sistemas de escucha, desde altavoces de alta fidelidad hasta móviles y reproductores bluetooth, a través de servicios de streaming o medios físicos.
- Toque final PRO!: Proporciona el toque final que hace que tu música suene competitiva comercialmente.
¿A qué volumen masterizar la música?
Ahora que se entiende la importancia de la masterización, surge la pregunta clave: ¿a qué volumen deberías masterizar tu música? La respuesta no es tan simple como ajustar el fader de una mezcla. Veamos entonces qué valores son importantes considerar al trabajar el volumen de tu master.
Entendiendo los valores de volumen
Al masterizar tu música, encontrarás dos medidas principales de volumen: RMS (Root Mean Square) y LUFS (Loudness Units Full Scale). RMS mide la potencia promedio de tu señal de audio, mientras que LUFS es una medida que toma en cuenta la forma de escucha del ser humano y que da información sobre la percepción de volumen a lo largo del tiempo. En la práctica, son dos valores que suelen estar cerca una de otro, pero no siempre son iguales.
Otros dos conceptos importantes que debes tener claros son los de “picos” y “picos verdaderos” (true peaks) Ambos dan información diferente sobre la señal y son igualmente importantes. Los picos de una señal de audio representan el valor de amplitud máximo, en un instante particular, de la onda original. Es decir, en el caso digital, corresponde a la información tal como está contenida y almacenada, luego de haber sido digitalizada (grabada) y procesada internamente en el DAW.
Los picos verdaderos (true peaks) miden los puntos máximos de amplitud de la señal luego del oversampling. El oversampling es un proceso que se aplica en la reconstrucción analógica de la señal para poder ser escuchada. Este proceso interpola y agrega muestras entre las originales que pueden superar los valores de los picos de la señal original. Por lo tanto, los picos verdaderos o true peaks dan una información más precisa de la amplitud de los picos reales de la señal en el mundo analógico (que es en el que vivimos).
Otra limitación de la medición de picos vs. la de picos verdaderos es que los primeros pueden ser inexactos debido al aliasing. Este fenómeno ocurre cuando las componentes de alta frecuencia en la señal de audio no se capturan con precisión durante el proceso de conversión digital, lo que produce lecturas de pico engañosas. Es por esto, que los picos verdaderos brindan una representación más precisa de la amplitud pico real de una señal de audio digital, evitando lecturas engañosas por el aliasing.
La mayoría de los softwares y plugins de medición para masterización moderna incorporan medidores (y limitadores) de RMS, LUFS, Rango Dinámico, Picos y Picos Verdaderos (True Peaks). Esto facilita la lectura y control de estos niveles.
Bien… teniendo claro cuales son las medidas y valores que debemos considerar al trabajar el volumen de nuestro máster, veamos a qué volumen debes y puedes masterizar tu música.
¿Cuáles son los niveles de volumen para un master?
Veamos tres formatos comunes hoy día:
Plataformas de Streaming
Las plataformas de streaming como Spotify y Apple Music recomiendan niveles de volumen de -14 LUFS con un pico verdadero de -1 dB. Esto garantiza que el servicio de streaming no bajará automáticamente el volumen de tu música (normalización) y evita, a su vez, el clipping o distorsión. Spotify, para “Spotify loud”, recomienda niveles de volumen hasta -11LUFS con un pico verdadero de -2dB.
Todo lo anterior es pura teoría… En la práctica, actualmente el volumen de la mayoría de los masters que se envían a las plataformas digitales está por encima de -9dB LUFS, en algunos casos llevando los picos verdaderos hasta 0dB (muchas canciones pop están llegan hasta -5dB LUFS y más). Esto no significa que esté bien, simplemente es lo que está sucediendo.
Para medios físicos como CDs
De forma conservadora, puedes apuntar a un nivel de volumen entre -12 y -10 dB RMS. Esto da como resultado un buen balance entre volumen y headroom, evitando algún ltipo de distorsión de audio al reproducirse. Comercialmente, sin embargo, suele llevarse el volumen hasta -8 dB RMS y más.
El nivel de pico verdadero (true peak) es recomendable que no pase de -0.3 dB. Esto permite una mayor percepción de volumen sin exceder las limitaciones del formato.
Para Vinilos
El Mastering para vinilos requiere un enfoque diferente al de los formatos digitales. En este caso, y en cuanto a volumen, toma mucho más importancia el headroom por la manera en la que se fija la música en el vinilo. Al igual que el volumen, también es necesario tomar en consideración el balance tímbrico y hacer ajustes específicos para cumplir con los requerimientos del formato. Hablar en detalle sobre esto último escapa al alcance de este artículo y lo dejaré para otra entrega.
Las recomendaciones generales de niveles RMS para vinilos es que no sean mayores a -12dB. Entre -16 y -14dB es ideal y conservador. Esto último da como resultado un buen balance entre volumen y headroom para evitar distorsión durante la reproducción. Aun a -12dB se pueden cortar vinilos sin ningún tipo de distorsión, sacrificando un poco más el rango dinámico.
Los niveles de picos verdaderos deben ser menores a 0dB. Recomiendo que los mantengas igual o por debajo de -0.3dB, tal como los CDs.
Factores a considerar al elegir un volumen de masterización
Si bien es importante conocer el volumen al que comercialmente se está masterizando la música, también es importante tener en cuenta que hay otros factores que se deben considerar a la hora de decidir cuál será el volumen final de un master. Esto aplica tanto si eres tu mismo el ingeniero de mastering, como si lo estás enviando a un tercero para que lo haga.
Tres de estos factores son:
- Género musical: Diferentes géneros tienen diferentes expectativas de volumen. Por ejemplo, el EDM o el Pop suelen masterizarse más alto que la música académica (también llamada clásica). En tal sentido, algunos géneros le dan más importancia a la preservación del rango dinámico para así tener una experiencia sonora más natural, incluso si esto significa sacrificar el volumen percibido.
- Público objetivo: También es importante considerar dónde y cómo se escuchará tu música. La música que se toca en clubes o en altavoces puede beneficiarse de un mayor volumen de masterización. Por otra parte, algunos reproductores viejos o las mismas plataformas de streaming (ya hemos visto) imponen limitaciones en el volume, que se deben considerar.
- Preferencia personal y criterio artístico: En última instancia, el volumen de masterización debe sonar bien para ti. Experimenta con diferentes niveles y elige el que mejor refleje tu visión artística. Para esto, también puedes comparar tus mezclas y masters con otros tracks del mismo género musical, masterizados profesionalmente, y así tener una idea de los volúmenes estándar. En el siguiente link puedes ir a una lista de buenas referencias que he curado en Spotify, de diferentes géneros musicales, para tal fin. Referencias de Mezcla y Master de Francisco «Coco» Díaz
Consejos prácticos para determinar el volumen de masterización
Ya que comprendes la importancia del volumen de masterización, a continuación te doy algunos consejos prácticos para ayudarte a encontrar un buen nivel y equilibrio,
Utiliza referencias auditivas
Tal como lo mencioné antes, comparar tu mezcla y master con tracks profesionales te proporciona una referencia y guía muy valiosa. No caigas en el error de creer que eso no es válido o que le resta valor a “tu arte”. Se objetivo, escucha cómo suenan en diferentes entornos y ajusta tu master o mezcla para lograr un equilibrio similar.
Comienza a trabajar el volumen durante la mezcla
No dejes la búsqueda de volumen solo para la fase de masterización. Es algo que puedes comenzar a trabajar desde la mezcla actuando sobre el rango dinámico, aplicando técnicas de compresión consientes e inteligentes. Ajusta los niveles durante la mezcla para evitar problemas futuros y facilitar el proceso de masterización. Ten en cuenta que una buena mezcla requerirá menos procesamiento durante la masterización y te permitirá lograr el volumen deseado sin sacrificar tanto la dinámica.
Utiliza Medidores de Niveles y Volumen
Siempre utiliza un medidor de volumen y picos. Es una herramienta esencial que te ayudará a medir con precisión los niveles RMS y LUFS de tu música. Algunos de los que te recomiendo son:
IK Multimedia Metering (parte del T-Racks Bundle)Youlean Loudness Metter 2
Realiza pruebas A/B y en diferentes dispositivos
Compara diferentes volúmenes de masterización para encontrar el punto ideal en el que suene alto, claro y con la menor distorsión (no deseada) posible. De igual forma, reproduce tu música en varios dispositivos, desde auriculares, pasando por móviles, hasta altavoces de estudio, para asegurarte de que suene balanceado y equivalente en todos. Esto te ayudará a evitar sorpresas desagradables cuando tu música se reproduzca en diversas plataformas.
Conclusión
El volumen de masterización es un aspecto importante de la producción musical. Tal como lo debes haber visto, si bien no hay una regla fija y tampoco números precisos, sí forma parte de las características determinantes para que tu música compita y sea tomada en cuenta.
Al entender las diferentes medidas de volumen, los niveles objetivo para diferentes formatos y los factores adicionales a considerar, podrás tomar mejores decisiones sobre la masterización de tu música para que suene lo mejor posible, en cualquier plataforma.
Recuerda que la clave no es solo aumentar el volumen y hacer música “que suene duro!!”, sino encontrar un equilibrio adecuado, que resalte la música sin comprometer la calidad del sonido dentro del género musical, y que transmita la intención y experiencia sonora de la producción.
También toma en cuenta que si tú mismo has venido produciendo, grabando, editando y mezclando, es probable que hayas perdido objetividad y tus oídos ya estén acostumbrados al sonido. En ese caso, siempre va a ser mejor que busques una tercera persona para masterizar tu música, con oídos frescos y que pueda tomar decisiones acertadas para mejorar y potenciar el sonido final de tu producción.
Espero que los consejos y pautas que te di en este artículo te sirvan para desarrollar un mejor criterio que puedas utilizar al masterizar y te ayuden a mejorar la calidad final de tus producciones. Compártelo si te gustó la información.